El proyecto del taller

Leer y narrar cuentos a los niños no sólo tiene  fines recreativos y educativos.  Un cuento permite viajar, imaginar, fantasear y  reflexionar sobre posibles acontecimientos o respuestas que el niño a veces busca sin saberlo.

Los cuentos permiten la identificación con sus personajes y así dan rienda suelta a las emociones que en el cotidiano vivir pasan desapercibidas. Permiten odiar, envidiar, amar, encontrar en los personajes actitudes acertadas o erradas.  Posibilitan sentir al igual que el personaje o  rechazar ciertas actitudes de él.  Consecutivamente el niño va aprendiendo, sin que sea una imposición desde la educación o la moral, lo que está bien, lo que es peligroso, lo que a todos les pasa, el valor de la amistad, la necesidad de ser amados, los caminos que pueden llegar a ser dañinos, el sentimiento de justicia y encontrar el mensaje esperanzador de que a pesar de las dificultades  se puede triunfar y ser feliz.

En este viaje en donde  se invita a imaginar y fantasear, el cuento va quitando prejuicios, miedos, malentendidos y brinda  herramientas fundamentales para diferenciar el mundo de la fantasía y de la realidad. Dice Bruno Bettelheim, educador y psicólogo infantil que ha estudiado con profundidad el valor terapéutico de los cuentos infantiles, que "Los cuentos posibilitan que el niño exprese sus deseos a través de un personaje; obtenga una satisfacción a través de otro; se identifique con un tercero; tenga una relación ideal con un cuarto; y así sucesivamente"

 

Esta fundamentación es nuestro puerto del que partiremos llevando nuestro amplio mapa de rutas. Y una enorme brújula que señala los caminos que nos conducen hacia la lectura, la narración, la representación teatral, la expresión gráfica y artística, la escritura. Senderos en los que navegaremos propulsados por nuestras fantasías, provistos de mucha imaginación y tomando los enviones de los vientos de la creatividad. Nos llevaremos nuestras valijas cargadas de escucha, palabras, risas, temores, ganas, crayones coloridos. Navegaremos en olas que llevan y traen hojas listas para llenar de dibujos e historias disparatadas, que nos enamoren, que nos asusten, en las que seamos héroes, magos, los más buenos o malignos, donde nuestros enemigos serán conocidos y nuestros amigos guiarán la punta mágica de nuestros lápices. Nos seguirán en nuestra travesía una bandada de libros que, en un vuelo rasante,  picotearán de nuestras manos palabras, cada vez que juntos, las levantemos y nos dispongamos a decir:  ¡hoy cuento yo!...